viernes, 4 de junio de 2010

Una historia iraní de amor y censura, de Shariar Mandanipour


Sí, yo también reconozco que la imagen que Lumen ha escogido para ilustrar esta novela de Shariar Mandanipour es un poco fea ( por no decir bastante). Portada muy equivocada no sólo desde el punto de vista meramente estético sino también de "gancho" ya que hace que la gente no se acerque a él. Cuando Ricardo me lo enseñó lo cogí un poco con poca fe, pensé " qué libro más feo" pero, lo poco que leí cambió mi opinión así que si lo véis en una estantería no os dejéis llevar por la apariencia sino darle una oportunidad porque es otra de esas novelas capaces de llevarte al Nirvana a parte de que te enseña un montón de cosas. Si " El día en que Nina Simone dejó de cantar" nos mostraba la Historia reciente de El Líbano, esta novela del escritor iraní Shariar Mandanipour hace lo mismo con Irán pero no el Irán censurado sino el real.

Shariar Mandanipour es uno de los novelistas iraníes más importantes. Tras leer esta novela ( la primera que se edita de él en nuestro país) entendemos por qué vive hoy exiliado en Estados Unidos. Al igual que le ocurre a muchas películas iraníes también su novela es una protesta ante la situación que vive la sociedad iraní, ante la falta de libertades algunas tan simples y necesarias como es el p0der demostrar el amor que dos personas sienten entre sí. No sólo se prohiben las muestras de amor entre homosexuales, también entre hombres y mujeres.

Esta novela, tal como reza su título, es una historia de amor y de censura. En ella se nos narra la historia de Dara y Sara ( nombres inventados) que se conocen por casualidad una tarde en una Biblioteca de Teherán. De nuevo los libros van a estar muy presentes en el relato, tanto Dara como Sara van a utilizarlos para mandarse mensajes secretos. Fruto de la censura que vive el país muchos libros están ocultos entre las estanterías lejos de los ojos del público. Algunos títulos se pueden encontrar en el mercado negro pero bajo un fuerte peligro, da igual que sean títulos occidentales que clásicos persas.

La historia de amor de ambos la relata un narrador que simboliza el propio escritor. Él ha recopilado la historia en un libro y ahora está siendo inspeccionada por el censor. Todo lo que se publica en el país ha de pasar por las manos de la censura, el autor trata de esquivar la censura con juegos de palabra o quitándole importancia a los párrafos que este censor considera ofensivos e inmorales.

A través de Sara y de Dara vamos conociendo algo más sobre la situación que se vive en Irán sobre todo entre los jóvenes. Si los adultos deben sufrir el fanatismo religioso ellos aún más puesto que se les ponen barreras por todos los lados. Me ha llamado la atención que, en los Cibercafés, los chicos y las chicas se mezclan pero en cuanto se da el aviso de que está merodeando por la zona un policia de la moralidad, todos se separan y ponen en sus pantallas páginas permitidas nada de las prohibidas puesto que saben el peligro que corren. Pese a ello, notas como los jóvenes ( sobre todo los estudiantes) tienen unas enormes ganas de aprender y conocer lo que ocurre más allá de las fronteras iraníes.

Libros y películas, todo se censura. Ante táles trabas, Dara y Sara deberán ingeniárselas para poder dar rienda suelta a su amor. De cogerse la mano en público ni pensarlo puesto que está muy mal visto.

Shahriar Mandanipour tiene un estilo muy poético. Sí, se trata de una novela y de prosa pero es una prosa llena de poesía. Ya en los mismos títulos de los capítulos podemos apreciarla. Un lenguaje lleno de simbolismo que la traducción ha sabido respetar. Imagino que la versión original habrá insistido aún más en las metáforas para que la novela pueda llegar al mayor número posible de lectores iraníes.

La novela tiene 381 páginas que se leen con gusto. Es cierto que no hay acción ni es un thriller escandinavo pero da igual. Es una buena muestra de la buena literatura iraní.

Comparándola con "El día en que Nina Simone dejó de cantar" veo varios paralelísmos siendo el más importante la enorme lucha que llevan los personajes principales de ambas novelas por mantener su libertad y por poder ser ellos mismos sin ningún tipo de censuras y de trabas. Tanto en una novela como en otra ( aunque más en la que nos habla de El Líbano) hay una oposición al fanatismo religioso, oposición y crítica perfectamente extensibles a otras religiones como la católica.

Por todo ello no puedo más que recomendarlo. Es una historia que me ha encantado. Como historiadora, ha sido muy placentero poder conocer más cosas sobre Irán y entender mejor el por qué de tantas protestas. Como lectora he disfrutado con un lenguaje tan lleno de poesía y de belleza.