jueves, 28 de octubre de 2010

Un día con Jules, de Diane Broeckhoven






Una de las novedades que ha recibido la Biblioteca por gentileza de Maeva, ha sido la novela de la escritora belga Diane Broeckhoven titulada " Un día con Jules". Novela que, debido a su argumento, recuerda un poco a las "Cinco horas con Mario" de Miguel Delibes. Comparación que no sólo hago yo sino que es lo que más destaca en muchas de las reseñas de la novela que he leído incluso, lo destacan un poco en la contraportada. Es una comparación buena basada más en las circunstancias que rodean a los protagonistas pero, en ningún caso, es una copia de la obra de Delibes.

El argumento de la misma es sencillo, cotidiano:


Jules y Alice son un matrimonio de edad avanzada. Cada mañana, Alice despierta con el olor del café que Jules le prepara para desayunar, ella siempre tarda un poco en levantarse. Debe hacerlo despacio, el dolor de sus articulaciones no le permite ir más deprisa. Esa mañana, todo parece normal. Ella se levanta y va hacía el comedor, allí ve a Jules sentado en el sofá. Alice se acerca cautelosa, empieza a hablarle, le toca. Todo le parece normal hasta que se da cuenta de que Jules está frío; hasta que percibe algo a lo que no da crédito: Jules ha muerto.

Alice reacciona de una forma que puede parecer extraña pero que, sin embargo, no lo es tanto. El schock que le produce hallar así a su marido, hace que tarde en reaccionar. Aunque sabe desde el primer momento cuál es la cruda realidad, trata de no percibirlo, de no admitirlo. Ella sigue con su rutina. Se toma el café que Jules le ha preparado ( el último), se sienta junto a él, le habla, le toca, le tapa con una manta... Incluso es incapáz de llamar a alguien para comunicar la triste noticia. Ni siquiera tiene valor cuando le llama Bea su vecina pidiéndole que cuiden de David. Él es un niño que cada tarde baja a jugar una partida de ajedrez con Jules. Bea le dice a Alice que su madre ha sufrido una caída y que debe ir al hospital, Alice sólo es capaz de informarle de que el señor Jules no se encuentra muy bien.


Alice y David van a quedarse en casa junto a Jules. Ella jugará la partida de ajedrez con el niño en vez de su marido. Alice tratará de que todo sea normal pero al final debe comunicarle a David que su marido ha muerto. El niño reacciona bien, acepta mejor la muerte de Jules que la propia Alice. Reacción que resulta curiosa puesto que se trata de un niño que nunca antes ha visto un cadáver pero David es un poco especial, al cuerpo sin vida de Jules le llama " lo que envuelve". Da la senación de que acepta y ve la muerte como algo natural quizá un poco más que Alice. La presencia de David ayuda, al mismo tiempo, a descargar un poco la tensión. Se nota que Alice se refugía en él, que deja que se quede en su casa para, así, hacer frente a la soledad en la que le ha sumergido la muerte de Jules al menos ese día, luego ya no sabemos qué ocurrirá, si Alice será capaz de vencer a la soledad o cómo será su vida a partir del momento en el que reúna valor para comunicar su muerte.


Diane Broeckhoven ha escrito un relato corto. Son 85 páginas. Como sucede con otras historias que tratan el tema de la muerte, la brevedad de la historia contrasta con la profundidad de su mensaje. El paralelismo que tiene esta novela con la de Miguel Delibes es que también vemos a una mujer que empieza a recordar su vida junto a su marido. Como la protagonista de la obra de Delibes, Alice también habla con él, recuerda cosas buenas y malas. No duda en reprocharle una anterior aventura y cómo ella luchó para no perderle. Aprovecha la ocasión para decirle todo lo que en vida no pudo o no quiso. Pero, en ningún momento he percibido reproches en las palabras de Alice. Es más el amor y cariño que siente, sentimientos que se aprecian en la forma en que trata a su cadáver.


Un personaje, este de Alice, que me ha parecido muy tierno. Es fácil meterse en su piel y entenderla. Siempre que pierdes a alguien a quien amas te cuesta aceptarlo y reaccionar por lo que su reacción es perfectamente comprensible. Ella intenta aferrarse a Jules, trata de retenerlo a pesar de que es consciente de que eso es ya imposible.


La prosa de Diane Broeckhoven tiene una fuerte carga poética en este relato en el que los sentimientos son palpables y contagiosos. Es una historia bella a pesar de su tristeza.


Como podéis observar, el tema de la misma no es muy alegre por eso- al igual que ocurre con la última novela editada en España de Mathias Malzieu "La alargada sombra del amor"- influye mucho el estado de ánimo del lector. Es de esos relatos que, si has vivido algo parecido o lo estás haciendo, pueden sumirte más en una depresión o ayudarte. Hay que tenerlo en cuenta porque la imagen de la portada puede llevar a pensar que es una historia de amor o de encuentros. Bueno, lo es pero diferente.


Personalmente, me ha encantado este relato. Creo que la apuesta de Maeva ha sido valiente y un gran acierto. Y si queréis disfrutarla ya sabéis que está a vuestra disposición en la Biblioteca de El Perelló. Es una buena lectura para estas tardes ya otoñales previas a este próximo 1 de noviembre.