sábado, 23 de julio de 2011

Hay libros que te escogen: Signatura 400 de Sophie Divry




Cada vez estoy más convencida de que los libros escogen a sus lectores. Que hay algo, en algunos de ellos, que presientes. Una sensación muy difícil de expresar con palabras pero que es real. Libros que transmiten vibraciones especiales cuando los cojes o que, de alguna u otra manera se dejan ver perdidos entre una montaña de Best Sellers.

Es lo que me pasó con esta delicia de novela titulada "Signatura 400" escrita por la francesa Sophie Divry. Cuando ví este libro en la librería Sant Pere me llamó muchísimo la atención su portada, muy alegre, llena de libros como podéis observar. Una portada que más que destacar se dejaba ver un poco como escondida, asomándose debajo de un ejemplar de "La Caída de los Gigantes". Mis ojos se dirigieron a él instintívamente. No sólo me llamó la atención su portada sino la leyenda escrita en la faja del mismo: "La mujer invisible, soy la mujer invisible, responsable de la sección de geografía". Una faja que simula un carné de Biblioteca. Al coger el libro y leer lo que pone en la contraportada lo entendí y aún me entraron más ganas de leerlo. 

Sophie Divry es su autora. Una escritora francesa que debuta en la Literatura con esta joyita. Algo que hace presagiar que estamos ante una gran escritora y narradora capáz de conmover y hacer vibrar al lector con una historia muy sencilla y absolutamente deliciosa. Es de esos relatos con los que se te queda muy buen sabor de boca y con los que disfrutas. La editorial Blackie Books ha sido la encargada de editarla en España.

La historia que narra me ha llegado al alma ya que habla de Bibliotecas, libros y bibliotecarios con reflexiones que muchas veces me he hecho yo también.  

El argumento gira en torno a una bibliotecaria, no llegamos a saber su nombre pero da igual puesto que descubrimos cosas más importantes de ella como es su interior. Ella trabaja en una Biblioteca francesa de Provincias, es la encargada de la Sección de Geografía. Sección que no acaba de convencerle porque no suele acudir mucha gente a ella. A nuestra protagonista le agradaría más trabajar en la Sección de Historia. Un día, al llegar al trabajo, descubre que un usuario se ha quedado dormido en la Biblioteca. Tras regañarle un poco empieza a hablar con él. Le pide que le ayude a localizar un libro de Filosofía que, por error, alguien ha guardado en la Sección de Geografía.

El otro protagonista no habla por lo que todo el libro es un gran monólogo pero nunca llega a aburrir. Un monólogo-diálogo puesto que es con este usuario con el que ella habla todo el rato aunque no diga " ni mú". 

Me ha sorprendido lo bien escrita que está y aunque hable de temas bibliotecarios es perfectamente legible por todos. Además la autora utiliza un estilo bastante humorístico ( he tenido que hacer esfuerzos para contener la risa al leer su descripción de la Clasificación Decimal de Dewey por ejemplo) Un estilo irónico y directo. Las reflexiones que hace son, por otro lado, bastante lógicas.

Me ha encantado la comparación que hace, por ejemplo, entre la Clasificación de Dewey y las distintas clases sociales. Tampoco falta la crítica tanto al sistema bibliotecario francés como a la situación actual de las Bibliotecas. Críticas y reflexiones con las que estoy muy de acuerdo ya que muchas cosas de las que habla han ocurrido en la Biblioteca de El Perelló como el ir la gente sólo porque hay aire acondicionado o esa extraña sensación que tienes ahora en la que muchas veces no sabes si estás en una Biblioteca o en un Cibercafé.

Todo ello hace que el personaje principal, esta bibliotecaria, sea real. No parece un personaje ficticio sino de carne y hueso. Muchas bibliotecarias/os podemos sentirnos identificadas con ella. 

Ahora bien, también es cierto que da un poco de pena. Es una bibliotecaria un poco triste. Su Biblioteca es una Biblioteca de Provincias, ha pasado la mayor parte de su vida en ella y, además, pasa bastante desapercibida porque poca gente acude a la Sección de Geografía. Pero todo ello hace aún más entrañable a este personaje. No sé, le da una cierta dulzura que hace que le cojas más cariño si cabe.  

Como se puede percibir he disfrutado con su lectura. Me ha llegado al alma. Creo que ha hecho ( aunque a lo mejor no pretendía esto) un homenaje a las Bibliotecas, bibliotecarios y al libro en general. De nuevo estamos ante estas joyitas que se encuentran perdidas entre tantas novedades y Best Sellers. Joyitas que se deberían conocer porque son una delicia de lectura.  Como me ha ocurrido con otras historias que he podido leer a lo largo del año, es de esas que te dejan un buen sabor de boca al terminar y con las que sientes que te ha aportado algo más profundo que va mucho más allá de pasar un rato agradable leyendo.

Es una historia que alimenta el alma. Altamente recomendable ( especialmente para todos los bibliotecarios/as y personas relacionadas con el mundo del libro) y ya está disponible en la Biblioteca de El Perelló con el tejuelo: N/DIV/sig.


PD: El original de esta reseña está publicado en Anika entre Libros. 

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