lunes, 15 de agosto de 2011

Contigo aprendí, de Silvia Grijalba







Muchas veces, cuando coges alguna novela que ha sido galardonada con algún premio literario importante no suele convencerte del todo. Muchas tienen ciertos matices que no la hacen tan “redonda” como para darle un premio. Pero, como en todo, hay excepciones y esta novela de Silvia Grijalba es un buenísimo ejemplo.
 
Su novela “Contigo aprendí” ha sido galardonada con el Premio de Novela Fernando Lara 2011 y es una delicia de historia la que narra. Y no sorprende porque tiene todos los ingredientes para ello: unos personajes atractivos, una narración perfecta, ritmo y un cariño especial que se desprende a cada palabra. Sensación y sentimiento que no están en vano ya que toda la historia gira en torno a la abuela de Silvia Grijalba: María Luisa. Una mujer muy especial que supo cómo vivir de acuerdo con sus ideas.
 
El personaje de María Luisa, dejando aparte este parentesco con la autora, es de los que enamoran. Es una mujer despierta e inteligente que sabe aprovechar las oportunidades. Una mujer con sentimientos y romántica, muy atractiva. Esta atracción que María Luisa ejerce sobre los demás, especialmente entre los dos hombres de su vida (José, su marido, y Fernando, su amor) no viene dada sólo por su belleza sino, también, por la fuerte personalidad que tiene. Sentimiento que se extiende al lector puesto que también lo atrapa. No es fácil que pase desapercibida.
 
Toda la novela destaca por lo bien escrita que está. Mientras vas leyendo es muy fácil ir imaginando cada una de las situaciones y escenas que describe. Es una prosa muy gráfica, aunque lo mejor es decir cinematográfica, la que utiliza Silvia Grijalba. Esta es una de esas novelas que claman que se haga de ellas una buena película o serie de televisión.
 
La mayor parte de la acción transcurre en Cuba y Nueva York. La Cuba y el Nueva York de 1929 para ser más exactos. Mientras la leía me era fácil imaginar el ambiente que reinaba en todas las fiestas que describe, con toda esa atmósfera de los años 20, una época que a mí, personalmente, me atrae muchísimo. Y, a través, de la novela podemos ir conociendo cómo vivieron tanto en Nueva York como en Cuba el Crack de 1929; así como ver como fue su sociedad que, en el caso de la cubana, era mucho más liberal (en todos los sentidos) que la española. 

He disfrutado muchísimo leyéndola. ¡Me lo he pasado pipa!, como se dice coloquialmente. Por todo ello es altamente recomendable.
 
Silvia Grijalba demuestra en esta novela lo buena escritora que es y lo merecido de este Premio. Una historia con la que deleitarse este verano y dejarse llevar por la magia que despierta María Luisa.

PD: Como siempre, la reseña original está en Anika entre libros lo mismo que la entrevista a Silvia Grijalba. 

Por si queréis leerla, esta es la entrevista:

Entrevista a Silvia Grijalba