domingo, 2 de agosto de 2009

Un poema para Bibliotecas de Carmen Gil

Me he encontrado este poema escrito por Carmen Gil y dedicado a la Biblioteca que lleva su nombre. Sin embargo, es aplicable a todas  las Bibliotecas del Mundo Mundial.

La Biblioteca Infantil

Municipal Carmen Gil

tiene libros a montones

¡y magia por los rincones!

 

Pasean por todos lados

personajes encantados

y hay en sus estanterías

hechizos y brujerías.

 

Vive encima de la mesa

Filomena, la princesa,

que, hartita de ceremonia,

se ha ido a explorar la Amazonia.

 

Cerca del ordenador,

el pirata Nicanor

ha encontrado con su loro

tres libros: ¡qué gran tesoro!

 

En la pata de una silla

la bruja de pacotilla

convierte en sapo a un maestro

y encanta a diestro y siniestro.

 

Brinca y salta el hada Hilaria

junto a la bibliotecaria;

pero como es pequeñita,

no puede con la varita.

 

Un dragón hecho y derecho

baja volando del techo

y hace una pizza, feliz,

con llamas de su nariz.

 

En la biblio hay diversión,

aventura y emoción;

y, lectores y lectoras,

¡pasan volando las horas!

 

           (Carmen Gil)


Lo he sacado de: http://www.poemitas.com/BCG.htm



Una poesía de María Elena Walsh


Buscando más cosas relacionadas con poesías y cuentos infantiles he encontrado los poemas de María Elena Walsh, una poetisa argentina que nació en 1930. Ella conoció a Juan Ramón Jiménez y es una de las poetisas más importantes de la literatura argentina para niños. Sus poemas están llenos de ternura como es el caso de este dedicado a una vaquita que decidó ir al colegio a pesar de ser ya muy mayor. Un claro ejemplo de que el saber no ocupa ni lugar ni edad.



La vaca estudiosa

Había una vez una vaca
en la Quebrada de Humahuaca. 
Como era muy vieja, 
muy vieja, estaba sorda de una oreja. 
Y a pesar de que ya era abuela
un día quiso ir a la escuela. 
Se puso unos zapatos rojos,
guantes de tul y un par de anteojos. 
La vio la maestra asustada
y dijo: - Estas equivocada. 
Y la vaca le respondió:
¿Por qué no puedo estudiar yo? 
La vaca, vestida de blanco,
se acomodó en el primer banco. 
Los chicos tirábamos tiza
y nos moríamos de risa. 
La gente se fue muy curiosa
a ver a la vaca estudiosa. 
La gente llegaba en camiones,
en bicicletas y en aviones. 
Y como el bochinche aumentaba
en la escuela nadie estudiaba. 
La vaca, de pie en un rincón,
rumiaba sola la lección. 
Un día toditos los chicos
se convirtieron en borricos. 
Y en ese lugar de Humahuacala 
única sabia fue la vaca.



www.guiasinfantil.com/servicios/poesias/walhs.htm

Leyenda del Viento Sur por Anahí Rosello

Esta leyenda, también proviene de Facebook y la ha incluido Literarura Infantil. Más bellas palabras para empezar con buen pie este mes de agosto.


Leyenda del Viento Sur de Anahí Roselló

Hace millones de inviernos, cuando el fuego del sol recién estaba naciendo, más allá del sur de la Tierra, en Santa Cruz, vivían los gigantes.

Eran tiempos de noches con estrellas, de ballenas cantando en el mar, de cuevas para abrigarse.

En una de esas cuevas vivía Huenulún., el gran jefe. Y con él vivían sus tres esposas y su única hija, Calafate.

Calafate tenía los ojos dorados y una cabellera del color de las uvas oscuras. Todas las noches se peinaba con el viento, en la orilla de las olas. Por las mañanas, el sol se apuraba a llegar y las gaviotas danzaban en el cielo cuando escuchaban su canto.

Un día, desde el aire llegó a las tierras de Huenulún un gigante de las tierras más al sur del sur. Se llamaba Aoniquén y montaba un hermoso cisne de cuello negro. Apenas vio a la joven supo que no quería separarse de ella hasta el final de los días y las noches. Lo mismo sintió ella.

A Huenulún le molestó el forastero. Amaba demasiado a su hija como para soportar que se alejara hacia otra tribu. Amaba demasiado a su tribu como para permitir que entrara un extraño. Así que, como se aproximaba el tiempo de la nieve, ordenó a su gente marchar hacia el norte.

De nada sirvieron los ruegos de Calafate. Aoniquén no podía ir con ellos y ella no podía quedarse allí.

Esa misma noche, mientras el gran jefe dormía, Aoniquén y Calafate subieron juntos al cisne de cuello negro, se cubrieron con la mejor manta que había fabricado la joven y escaparon hacia las tierras de los bosques, de los ríos y de los lagos con peces, donde ellos creían que nunca irían a buscarlos.

A la mañana siguiente, cuando Huenulún notó que su hija no estaba, bramó como un puma herido y ordenó a la hechicera que la hiciera regresar.

La bruja encendió una fogata de fuego eterno, echó en una vasija plumas de ñandú, patas de zorro colorado, tallos de totora y agua del tronco del caldén. Poco a poco, un vapor azulado fue trepando hacia el cielo. La vieja siguió su recorrido. Después llevó a su oreja la caracola de los murmullos marinos.

Pronto supo del vuelo del cisne y cómo ubicarlo. Entonces, soltó una bandada de feroces pájaros violetas que volaron en la dirección exacta.

Cerca de los bosques de ñires y lengas, los pájaros de la bruja encontraron a la pareja montada en el cisne. Con sus largos picos atacaron al animal, que, enloquecido de dolor, empezó a curvarse. Calafate cayó cerca de los árboles y Aoniquén un poco más allá, en la orilla del lago.

Cuando Huenulún llegó al sitio donde había caído su hija sólo encontró una planta desconocida de flores amarillas como los ojos de la joven, de frutos violáceos como sus cabellos y de sabor tan dulce como su canto. Es el calafate, que hoy crece en la Patagonia.

El joven gigante había sobrevivido, pero al conocer el destino de su amada, se le heló el corazón y rápidamente todo él fue un muro de hielo azul. Es el glaciar que aún hoy, cuando se acuerda de ella, grita como el trueno y se rompe de amor.

Disponible en: La Biblio de los chicos. http://www.educared.org.ar/enfoco/imaginaria/biblioteca/?p=133

Un poema para iniciar agosto: "Vacaciones de verano"

Este poemita, lo he descubierto gracias al post que ha puesto la Biblioteca de Cocentaina en Facebook. Un poema muy alegre, ideal para iniciar este primer domingo de agosto y que refleja muy bien  qué es y significa el verano para mucha gente. Espero que lo disfrutéis.


Vacaciones de verano
(Ana Maria Romero Yebra)



¡Tenemos vacaciones!
¡Llegó el verano!
No hay clase y el colegio
ya está cerrado.

Ni estudios ni deberes.
¡Qué divertido!
¡Poder pasar las horas
con los amigos!

Nos levantamos tarde,
desayunamos
y ya no hay que hacer nada.
¿Dónde nos vamos?

-Yo a jugar en el parque
con la pelota.
-Y yo, con otras niñas,
salto a la comba.

-Lo que a mi, sobre todo,
me gustan más,
es marcharse de viaje
con mis papás.

-Yo me voy a la playa
y estoy morena
porque nado y me tumbo
sobre la arena.

-Es mejor la piscina.
Me gusta ir
y tirarme muy alto
del trampolín.

-Pues yo prefiero el campo.
Grandes paseos
escuchndo a los mirlos
y a los jilgueros.

-A mi lo que me gusta
más del verano
es la nata y la fresa
de los helados.

-Y a mi bajo los pinos
pasar el tiempo
con un libro en las manos.
Siempre leyendo.

La il·lustració és de Juana Martínez-Neal.