miércoles, 3 de noviembre de 2010

"Nueva York" de Edward Rutherfurd



¿Qué es lo que puede tener una novela de 938 páginas para que Ysabel se la lea de un plumazo? Pues, básicamente, ser un libro cuya lectura atrape desde la primera a la última palabra. Y eso es lo que ha logrado esta nueva novela de Edward Rutherfurd editada por Roca: "Nueva York".  Para quiénes no le conozcáis, Edward Rutherfurd ( seudónimo de Francis Edward White) es un novelista especializado en grandes sagas en las que, más que las personas, los auténticos protagonistas son los entornos que las rodean. No es un autor desconocido para mí, hace unos años pude leerme su "London" con el que disfruté, sensacion que he vuelto a experimentar con su "Nueva York" donde, al igual que la anterior, la gran protagonista de la historia es una ciudad, en este caso la Gran Manzana.

Desde siempre he sentido una atracción especial por la ciudad de Nueva York, no sé; tiene algo mágico para mí. Así que cuando ví en la página del blog "El Placer de la Lectura" las imágenes de la portada de esta novela no cesé hasta hallarla y lo hice hace un par de semanas en Sueca. Y, si ya sentía eso por Nueva York, tras la lectura de la novela ha aumentado. Es una novela con múltiples matices: puedes leerla como una simple novela, como un libro de Historia, como una novela en la que se mezcla el amor, la aventura, la intriga, la acción, también puedes enfocarla y verla como una magna Guía Turística. Un buen aperitivo para conocer algo de la ciudad antes de visitarla. Matices que, sin duda alguna, la hacen mucho más atractiva.

Como me ocurrió con "London" ha sido una de esas lecturas de "lápiz y libreta". Para una historiadora como yo, se hace difícil no anotar datos históricos que te permitan conocer un poco más de la Historia de esta ciudad. Datos que se nota que están muy bien documentados y con los que el argumento puramente literario se enriquece.

La historia arranca en 1664 cuando Nueva York es aún Nueva Amsterdam y está bajo control holandés, y acaba en una fecha clave para la ciudad: el 10 de septiembre de 2001 ( más un epílogo que remite al verano de 2009). A lo largo de estos 4 siglos, la ciudad va cambiando, creciendo lo mismo que sus habitantes. Como sabemos, Nueva York es una metrópoli multicultural y multiracial. No sólo la forjaron holandeses e ingleses, sino que también dejaron su huella: hispanos, italianos, alemanes, irlandeses. Edward Rutherfurd va tejiendo los lazos entre ellos a través de las relaciones que van experimentando las diversas sagas familiares que aparecen como coprotagonistas de la novela junto a la propia Nueva York. Algunas de estas sagas tienen un poco más de protagonismo que otras, caso de los Van Dick holandeses, los Master ( de origen inglés), los O'Donell netamente irlandeses, los  Campos. Hay ricos burgueses, esclavos negros, comerciantes, banqueros, gente más humilde... Un conglomerado de nacionalidades que hacen aún más viva y creible la historia.

Una Historia ( sí, con mayúsculas) que personalmente me ha fascinado y que me ha hecho " devorar" estas 900 y pico páginas. Aquí ha tocado mi fibra historiadora. Me ha encantado la parte del Nueva York holandés ( perdón, Nueva Amsterdam). Como la ciudad empezaba a ser ya importante y un centro comercial a tener en cuenta. Eso de conocer cómo a muchas familias burguesas holandesas no les hacía mucha gracia que la ciudad pasase a manos inglesas y a otros que sí  es curioso. Quienes más se opusieron fueron las mujeres ¿ por qué? Pues porque una mujer holandesa, aunque estuviese casada, mantenía su independencia económica y su libertad, no cambiaba de apellido y tenía sus derechos a la hora de recibir la herencia del marido; las inglesas no. La neoyorkina de origen holandés no  quiere renunciar a su derecho y es reacia a aceptar la ley inglesa. Tampoco les hace mucha gracia la Iglesia Anglicana. Sí,es una confesión protestante pero no como la Calvinista que ellos practican.

La parte correpondiente a los siglos XVIII y XIX es muy interesante. Edward Rutherfurd le da el protagonismo que tuvo a Nueva York durante la Guerra de la Independencia. Vemos, o conocemos, los enfrentamientos que hubo entre los Patriotas y los ciudadanos que se mantenían leales a la Corona, como muchas familias de origen inglés ( como los Master) eran sospechosos por el mero hecho de viajar a Londres o tener a sus hijos estudiando en Oxford. Nueva York en el siglo XIX ya empieza a ser una ciudad grande. Cuando estalla la Guerra de Secesión, a pesar de ser una ciudad yanky no a todos sus habitantes les parecía bien que los negros fuésen libres porque los veían como una amenaza comercial. Por ello, muchos neoyorkinos se dedicaron " a la caza del negro" cometiendo auténticas barbaridades.

Si es fascinante el Nueva york del siglo XIX, el del siglo XX no se queda atrás. Es un poco extraño, y ello lo apuntan también otras reseñas, que Edward Rutherfurd casi " pase de largo" con un hecho muy ligado a Nueva York y a Wall Street: el Crack del 29. Quizá, al ser tan conocido, ha preferido dar prioridad a otros acontecimientos históricos de Nueva York como fue su papel en la Guerra de la Independencia, en la de Secesión, al Nueva York de los años 50, de los 60, 70, 80.... Y no me parece nada mal.  Son muchísimos los matices que he encontrado en esta novela.

Le doy un 9 a la descripción de los acontecimientos históricos, no cae en la subjetividad sino que la objetividad está bien manifiesta. Tampoco se olvida de mencionar a sus primeros habitantes, las tribus indias que dieron nombre a Manhattan, la visión de los acontecimientos que ocurrían en Europa... etc. A nivel puramente literario mi puntuación sería de un 7,30.  Los personajes están bien definidos aunque a algunos los  perfila un poco menos, sobre todo si son personajes secundarios. Puede que lo haga porque la gran protagonista es la ciudad. En "London" sucedía otro tanto.

Es también una novela muy gráfica. No puedes evitar ir leyéndola y verla convertida en una serie pero de las buenas. Lectura gráfica muy bien lograda. Edward Rutherfurd tiene un estilo que sabe cómo atrapar al lector. Te involucras en la historia y te sientes pasear tanto por el Manhattan holandés como el de finales del siglo XX. Llegas a entender y a comprender el espíritu neoyorkino y lamentas que hayan cosas y lugares que hayan desaparecido como los barrios con las casas holandesas y gregorianas. Viejos barrios de casas señoriales que luego dieron lugar a rascacielos como el Empire State.

Hechos, palabras, descripciones que convierten a "Nueva York" en una de las apuestas literarias del otoño y del año. Roca editorial ha  acertado en publicarla. Imagino que, como sucedió con "London", la versión bolsillo superará las 1000 páginas pero no deben asustaros puesto que se devoran. Cuando menos te lo esperas has llegado al final del viaje y has de apearte, no sin sentir un poco de tristeza. Es de esas lecturas que te dan pena que acaben tan pronto.

Por todo ello es altamente recomendable. Una lectura que bien vale acompañar con una buena banda sonora en la que Nueva York sea la gran protagonista. Si amas o te gusta esta ciudad, este sentimiento lo notas más grande al finalizar la lectura. Es una novela que muestra a un Nueva York con alma. Fascinante e impresionante.