Aunque he estado buscando, no he encontrado muchos poemas que hablasen sobre Berlín o estuviesen dedicados a ella. Quizá sea porque no es una ciudad como París, que atraiga a los poetas pero es igual de mágica y especial.
Hoy el mundo mira a Berlín y a otros muros que deben caer. 1989 marcó un antes y un después, no sólo fue un muro derribado sino que ese día cayeron con él muchas cosas especialmente la represión y la falta de libertad en una buena parte de Europa.
Tras Berlín vendrían: Rumanía, Hungría, Polonia, Chequia, Bulgaria, Eslovaquia, Yugoslavia y China puesto que, también en 1989 tuvo lugar la revuelta de Tiananmén.
POEMA BERLÍN: Enero 1929 de Marta Pessarrodona
Vita interrumpió
sus versiones de Rilke.
El teléfono era Moabit 37-94,
y Friedrichistrasse la estación de llegada.
En la Funkturm, una tarde,
en escapada breve y solitaria,
Vita le dio a entender
la duración escasa de las pasiones humanas.
La conversación, bastante animada,
el pulso anímico de subido voltaje,
consiguieron silenciar
la letal marea humana.
(Las bombas futuras
no enturbiaron en absoluto la tarde.)
24 Brücken Allee, una dirección,
hoy compañera de los fantasmas
de antiguas embajadas:
la ciudad no había sido bombardeada.
Virginia regresó a Londres
al cabo de una semana, enferma.
Vita empezó a creer que
Leidenschaft era una palabra
de formación muy extraña.
De hecho, ninguna de las dos
presintió
la retórica del desastre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario