Le tomo prestado este texto a mi amiga Dayana, creo que es muy bueno e invita a la reflexión al tiempo de ser muy cierto.
“Allí donde predomina la queja y la crítica todo intento de cambio resulta estéril. Envueltas en sus quejas y críticas las personas se posicionan mirando el problema y estancándose en él. Al incrementar la protesta inicial, se alejan cada vez más del camino de la solución. Ver la paja en el ojo ajeno es fácil y además nos disculpa y nos ahorra el trabajo de caminar hacia la resolución de nuestras dificultades. Por ejemplo, reprochar a nuestro padre que estuvo ausente no tiene ninguna utilidad, más bien reafirma y remarca lo que falta, además de llevar inevitablemente a la frustración. Bien mirados la queja, la crítica y el rechazo no son más que justificaciones y coartadas que seguimos contándonos para continuar lamentándonos indefensos y resentidos ante unos hechos que ya no podemos cambiar. Aceptar el pasado tal como fue nos ayuda a afrontarlo con valentía, reconciliarnos con él y avanzar logrando cambios en el presente. En definitiva hacer buenas migas con el pasado nos nutre y fortalece para vivir el presente y abonarlo con alegría y aceptación.”
Albert S. Arenales
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