Sí, falta un día para que acabe agosto y vuelva todo a la normalidad. Un día para que se inicie septiembre, mes de vendimia, cosecha, colegios, vuelta a la rutina, lluvias.... Un mes bastante especial que a mí, particularmente, me gusta. En él está el final del verano y el inicio del otoño.
Es un mes en el que da gusto pasear por la playa ya vacía, sentir el calor del sol y el frescor del agua en tus pies, mes de tranquilidad playera y bullicio urbano, de fiestas en mil y un pueblos.
Mes al que le dedico esta poesía japonesa que me he encontrado.
Postal Azul
Poesía por Keiko Kubo (Japón)
Llegaba del tifón de fin de verano,
y la ciudad entera se estaba ahogando
cuando llegó tu postal...
Pobres letras cansadas de tanto esperarme
dentro del buzón roto
y oscuro...
bajo la lluvia.
Letras que en plena noche salieron a buscarme
entre las gotas de agua,
hacia el centro de Tokio,
en septiembre:
¡Que no se pierdan en un país
desconocido!
Tan duro es vivir y fingir estar viviendo...
y las mentiras sin fin que dije para protegerme
entraron en mi cuerpo
y ahora me devoran desde las vísceras.
El postal de quien ya ni dice una dirección...
Yace en la pared de mi cuarto.
Un cielo azul,
tan azul que no puede haber en este país.
Voy a regresar...
"Extraño el azul del cielo",
dijiste aquel invierno.
Mientras, las letras todavía se divierten
en la vida nocturna de Tokio.
El pequeño cielo azul que me diste
abrió un lindo agujero
en mi cuarto cerrado-
Es un mes en el que da gusto pasear por la playa ya vacía, sentir el calor del sol y el frescor del agua en tus pies, mes de tranquilidad playera y bullicio urbano, de fiestas en mil y un pueblos.
Mes al que le dedico esta poesía japonesa que me he encontrado.
Postal Azul
Poesía por Keiko Kubo (Japón)
Llegaba del tifón de fin de verano,
y la ciudad entera se estaba ahogando
cuando llegó tu postal...
Pobres letras cansadas de tanto esperarme
dentro del buzón roto
y oscuro...
bajo la lluvia.
Letras que en plena noche salieron a buscarme
entre las gotas de agua,
hacia el centro de Tokio,
en septiembre:
¡Que no se pierdan en un país
desconocido!
Tan duro es vivir y fingir estar viviendo...
y las mentiras sin fin que dije para protegerme
entraron en mi cuerpo
y ahora me devoran desde las vísceras.
El postal de quien ya ni dice una dirección...
Yace en la pared de mi cuarto.
Un cielo azul,
tan azul que no puede haber en este país.
Voy a regresar...
"Extraño el azul del cielo",
dijiste aquel invierno.
Mientras, las letras todavía se divierten
en la vida nocturna de Tokio.
El pequeño cielo azul que me diste
abrió un lindo agujero
en mi cuarto cerrado-
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