¡ Mira que se agradece que un libro te ayude a evadirte de los problemas diarios y logre dibujar más que una sonrisa en tu boca ¡ ¡ Y míra que hay pocos libros que son capaces de conseguirlo¡ Uno de ellos es esta novela de Stella Gibbons, "La Hija de Robert Poste" otra de las apuestas literarias de Impedimenta para este año y que está siendo todo un éxito tanto de ventas como de lectura.
De nuevo, Impedimenta ha arriesgado y ha optado por editar en España una novela que fue editada por primera vez en Gran Bretaña en 1932 y que en 1933 fue galardonada con el Prix Femina-Vie Heresuse. Cuando Stella Gibbons la editó se convirtió rápidamente en un éxito. La década de los años 30 del siglo pasado trajeron ya importantes cambios sociales sobre todo entre las mujeres. Cambios que, para algunas sociedades muy conservadoras y católicas eran demasiado radicales. Ello explica que la novela fuese censurada en Irlanda ya que defiende la contracepción. Tras leer la novela te sorprende esta reacción irlandesa aunque debemos pensar que la sociedad irlandesa de los años 30 era muy diferente a la actúal.
"La Hija de Robert Poste" es una novela en la que el humor está muy presente a lo largo de sus 357 páginas. Un humor fino pero que logra provocar una carcada tras otra. Escribir una novela humorística sin caer en la chabacanería es muy difícil pero Stella Gibbons lo consigue. Sabe manejar muy bien el lenguaje. La traducción de Jose´C Vales es buena pero me temo que esta novela ganará un poco más en versión original porque hay muchos giros de lenguaje. Es una novela inglesa pero los habitantes de Cold Comfort Farm tienen un inglés un tanto peculiar. La traducción castellana, ha sabido captar esta diferencia e impide que la historia decaíga sin embargo, tengo esa sensación de que leer "La Hija de Robert Poste" en versión original gana unos puntos más.
¿ Y de qué va esta novela? Pues en ella se nos narra la historia de Flora Poste. Cuando fallece su padre y se queda sola no se le ocurre otra cosa que empezar a escribir cartas a toda su parentela a ver quién tiene la amabilidad de acogerla en su casa. De todos sus parientes, son sus primos los Starkadder quienes no ponen ninguna pega así que Flora decide ir con ellos. Pero sus primos no son lo que ella esperaba. Ellos viven en Cold Comfort Farm y son todo lo contrario a Flora: rústicos y medio salvajes. Leyendo la novela, los centraba un poco más en la América profunda que en Inglaterra, me recordaban a esas típicas familias americanas que han salido en algunas películas, los típicos granjeros que viven apartados de toda civilización y a quienes todo lo que venga de fuera les parece malo, pecaminoso y peligroso.
Pero Flora no lo considera así y decide irse a vivir a esta granja. Pronto se dará cuenta de que sus parientes son un tanto peculiares y que la vida en Cold Comfort Farm dista mucho de la que llevaba en Londres. En la granja se encuentra con sus primos a cuál de todos más raro. Está Amos que es una especie de reverendo de una peculiar congregación religiosa denominada " La Hermandad de los Benditos Estremecimientos" y a quién todo le parece pecado; Seth que se pasa el día pensando en el sexo y en las faldas; Meriam, quién tiene el " don" de quedarse embarazada cada año coincidiendo con el florecimiento de la parravirgen; la tía Ada Doom que vive recluída y que sale de vez en cuando para hacer el " recuento" de todos y que siempre está gritando que, hace años, " vió algo sucio en la chimenea" pero nadie sabe qué es porque ni lo cuenta ni acaba la frase; Elfine que llega a tener una relación muy estrecha con Flora... Personajes a cuál de todo más estrafalario y raro pero con una fuerte personalidad.
Hay muchos personajes aunque el principal es Flora ( a quienes sus parientes siempre se refieren como " la hija de Robert Poste", pocos la llaman por su nombre de pila). Una chica moderna, para la década de los 30, acostumbrada a vivir en una ciudad como Londres y a quién la vida en la granja transtoca un poco. Es una vida muy diferente. Sus parientes son bastante raros, tienen comportamientos que Flora no acaba ni de entender ni de compartir pero los acepta porque, poco a poco, va cogiéndoles un gran cariño y ellos a ella. La vida en esta granja cambia a Flora y no creo que lo haga para mal sino todo lo contrario. Me da la sensación de que le ayuda a madurar y a enfrentarse a la vida con más fuerzas.
La novela me ha encantado. Me lo he pasado pipa leyéndola. El sentido del humor de Stella Gibbons es buenísimo, es ese típico humor inglés tan inconfundible pero ella no buscaba la simple sonrisa. Tras este humor hay una fuerte crítica social sobre todo hacía la forma en la que eran educadas las señoritas inglesas. Flora representa la oposición a ello. A lo largo de la novela observamos muchas referencias a libros y novelas algunas fictícias, otras reales. Stella Gibbons trata de criticar duramente a las típicas novelas para " señoritas" que se publicaban entonces y que ofrecían una imagen de la mujer bastante ñoña y superficial.
Flora Poste es una mujer que sabe lo que quiere y que va a luchar por ello. Va a tratar de contagiar este sentimiento a todo aquel que le rodea especialmente a Elfine.
La novela, como podéis observar, es de esas que se leen no sólo con ganas sino rápidamente. ¡ Lo pasas tan bien que el tiempo transcurre sin que te des cuenta ¡ y eso es sensacional porque viene a confirmar la calidad literaria que tiene.
Ahora que llega el verano, aunque no lo parezca con el frío que hace, es una buena lectura para disfrutar tanto al lado del mar como de la piscina o de la montaña. Te relaja y te hace pasar un rato divertido lo cuál es muy importante teniendo en cuenta la coyuntura que estamos viviendo.
Así que, ya lo sabéis, la novela de Stella Gibbons podéis encontrarla en la Biblioteca de El Perelló con el siguiente tejuelo: N/GIB/hij. Una historia que no os va a defraudar sino todo lo contrario: os va a encantar.
1 comentario:
Me encantan las lecturas optimistas y que hacen que realmente disfrutes con una sonrisa en los labios. En este sentido -sólo en éste, que por lo que veo luego no tienen nada que ver- esta novela me ha recordado a El frío modifica la trayectoria de los peces...
Un saludo
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