Hay historias, libros, en apariencia sencillos pero que logran dejar una profunda huella en tu interior. Es lo que me ha ocurrido con esta novela de la escritora Kate Jacobs titulada "El Club de los Viernes". Una novela editada por Maeva pero que yo he leído en su versión ebook.
Hasta leer esta novela, Kate Jacobs era desconocida para mí. Sí, había visto alguna de sus novelas en la librería a la que voy pero nunca se me había ocurrido coger una de sus novelas y leerla hasta que,este verano, me recomendaron lo que es la segunda parte de esta novela "El Club de los Viernes se reúne de nuevo". Este ejemplar lo tengo en la Biblioteca, bueno lo de tenerlo es un poco dicho en plan metafórico ya que es uno de esos que no pasan ni un segundo sobre la mesa. Lógicamente, no puedo leer esta segunda parte sin antes haber conocido qué es y quiénes forman parte de este club tan especial que se reúne cada viernes en un local de Nueva York.
Hasta leer esta novela, Kate Jacobs era desconocida para mí. Sí, había visto alguna de sus novelas en la librería a la que voy pero nunca se me había ocurrido coger una de sus novelas y leerla hasta que,este verano, me recomendaron lo que es la segunda parte de esta novela "El Club de los Viernes se reúne de nuevo". Este ejemplar lo tengo en la Biblioteca, bueno lo de tenerlo es un poco dicho en plan metafórico ya que es uno de esos que no pasan ni un segundo sobre la mesa. Lógicamente, no puedo leer esta segunda parte sin antes haber conocido qué es y quiénes forman parte de este club tan especial que se reúne cada viernes en un local de Nueva York.
Pues bien, este club está formado por 7 mujeres a cuál de todas más diferente pero con un punto en común muy grande: ser eso, mujeres, y de las que en un momento dado de su vida deciden tomar las riendas y empezar a ser ellas misas. A diferencia de otros clubs no se reunen para jugar al Bridge, al Parchís o a discutir sobre libros, sino que se reúnen para tejer. Tejer con lanas de mil colores que Georgina Walker ( la protagonista por así decirlo, aunque en realidad es más una novela coral pero Georgina es como el nexo de unión) tiene en su tienda de lanas situadas en un pueblo del Norte de Pensilvania. Pueblo que nada tiene que ver con el Nueva York en el que vivió.
A esta tienda de lanas van acudiendo cada una de las otras mujeres: Anita, Darwin, Cat, Peri, Lucie, KC y Dakota que es la hija de Georgina. Una niña bastante despierta y que ya tiene muy claro qué quiere ser de mayor y a qué dedicarse: a la pastelería, algo que se le da muy bien. A través de las madejas de lana, de las agujas, Georgina va tejiendo este Club.
A esta tienda de lanas van acudiendo cada una de las otras mujeres: Anita, Darwin, Cat, Peri, Lucie, KC y Dakota que es la hija de Georgina. Una niña bastante despierta y que ya tiene muy claro qué quiere ser de mayor y a qué dedicarse: a la pastelería, algo que se le da muy bien. A través de las madejas de lana, de las agujas, Georgina va tejiendo este Club.
A mí me ha recordado muchísimo a ese grupo de señoras que se reunían para hacer Patchword en una novela titulada "Coser y cantar" que más tarde también fue llevada al cine con Winona Ryder de protagonista. Ahora no es el Patchword lo que une a estas mujeres sino la lana pero, como en aquella novela, la lana sirve para tejer relaciones entre ellas, para despertar temores, confesarse, olvidar viejos rencores o desilusiones e ir haciéndose cada vez más fuertes. Mujeres que en apariencia se muestran superficiales como Cat van transformándose porque no sólo aprenden a tejer jerseys sino a tejer su vida que es más importante.
Y ante este grupo de mujeres aparecerá un hombre muy especial para Georgina: James, su ex y padre de su hija. La vuelta al pueblo de James transtoca un poco a Georgina (bueno, la transtoca bastante) que ve como viejos sentimientos que creía olvidados vuelven a surgir. James empezará a volcarse en su hija Dakota e iremos viendo como intenta recuperar a Georgina que siempre, pese a las infidelidades, ha sido la mujer de su vida. ¿Lo logrará? Bueno, hay que leerla para saberlo.
Kate Jacobs tiene un estilo muy directo y muy fotográfico. Mientras vas leyendo su novela vas imaginando cada una de las situaciones. Es fácil ver a todas las protagonistas rodeadas por esa luz tan luminosa propia de las películas de este estilo como la que he citado de Winona Ryder u otras como "Magnolias de Acero". Una atmósfera muy americana pero universal también. He apreciado esta luz pese a no entrar en muchas descripciones de ambientes. El lenguaje es directo, sencillo y marca acción a la novela. Francamente, me ha encantado y la he encontrado muy buena. Es de las que gustan y te dejan muy buen sabor de boca.
Kate Jacobs tiene un estilo muy directo y muy fotográfico. Mientras vas leyendo su novela vas imaginando cada una de las situaciones. Es fácil ver a todas las protagonistas rodeadas por esa luz tan luminosa propia de las películas de este estilo como la que he citado de Winona Ryder u otras como "Magnolias de Acero". Una atmósfera muy americana pero universal también. He apreciado esta luz pese a no entrar en muchas descripciones de ambientes. El lenguaje es directo, sencillo y marca acción a la novela. Francamente, me ha encantado y la he encontrado muy buena. Es de las que gustan y te dejan muy buen sabor de boca.
La edición de Maeva impresa tiene 430 páginas que se devoran. Es una historia que logra atraparte desde la primera palabra hasta la última. Leyéndola vía Papyre tampoco me he sentido incómoda ni he notado cansancio visual. Pese a no leerla en papel es tan bueno el estilo de su autora que ni te das cuenta.
Por todo eso quiero conseguirla en versión impresa pues estoy convencida de que va a enganchar a los lectores de la Biblioteca como su segunda parte. Me gustan este tipo de historias, disfruto con ellas. Son sencillas pero muy hermosas.
Por todo eso quiero conseguirla en versión impresa pues estoy convencida de que va a enganchar a los lectores de la Biblioteca como su segunda parte. Me gustan este tipo de historias, disfruto con ellas. Son sencillas pero muy hermosas.
Leyendo mis palabras puede dar a entender que es una novela típica para " damas". Bueno, odio estas calificaciones. Sí, las protagonistas son mujeres pero los caballeros pueden disfrutar de ella, estoy convencida de que van a caer seducidos por las mismas. Mujeres, como he dicho antes, diversas pero con una personalidad de las que no se olvidan sobre todo Georgina que va evolucionando y dejando atrás toda inseguridad.
Todo el libro, además, es una gran metáfora. Estas lanas, estas agujas, este tejer no es sino una metáfora de la propia vida: la lana es nuestra vida, las agujas somos nosotros mismos tejiéndola, construyéndola y el jersey o rebeca que surja de ella es lo que creamos, los resultados. Me gusta esta metáfora y la considero muy cierta.
Todo el libro, además, es una gran metáfora. Estas lanas, estas agujas, este tejer no es sino una metáfora de la propia vida: la lana es nuestra vida, las agujas somos nosotros mismos tejiéndola, construyéndola y el jersey o rebeca que surja de ella es lo que creamos, los resultados. Me gusta esta metáfora y la considero muy cierta.
Por todo ello, no puedo más que recomendar su lectura. Estoy convencida de que vaís a disfrutar y de que os sentiréis formando parte de este Club tan especial al que estamos todos invitados cada viernes a eso de las 10 de la noche.
1 comentario:
Lo tengo en lista de espera como ya te he comentado. Saludos
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